Para obtener un tatuaje de calidad no solo debes conseguir el estudio perfecto y un buen diseñador, también es indispensable que conozcas los cuidados después de tatuarse y sigas las indicaciones al pie de la letra a fin de conseguir el resultado deseado.

Los cuidados de un tatuaje

Los expertos en tatuajes aseguran que este tipo de diseños en la piel pueden conservar su apariencia original durante varios años, siempre y cuando los usuarios se aseguren de proporcionarles los cuidados correctos después de la sesión y como hábitos para el resto de su vida.

En primera instancia, es importante destacar la forma en que se hacen los tatuajes. Se trata de la inserción de pequeñas gotas de tinta por debajo de la piel, a uno o dos milímetros, mediante el uso de una aguja mecanizada cuyo funcionamiento es similar al de una máquina de coser.

Dicha aguja penetra la piel en repetidas ocasiones y muy rápidamente. De hecho, su movimiento es tan veloz que prácticamente escapa a la vista, y en cada inserción libera la tinta necesaria para crear el diseño del tatuaje.

En consecuencia, para la piel esto será como cualquier otro rasguño, punción o herida y requerirá de ciertos cuidados especiales a fin de sanar correctamente, evitando dañar el trabajo realizado pero devolviéndole al área su apariencia original.

¿Qué cuidados deben aplicarse después de un tatuaje?

Lo primero que se debe asegurar es mantener la piel limpia en la zona donde se ha realizado el tatuaje, para ello basta con lavar la zona delicadamente con agua preferiblemente fría y jabón neutro. Luego, secar con un paño limpio y sin frotar.

Lo siguiente será mantener la piel hidratada mientras recupera su apariencia original, para ello se debe procurar aplicar una crema humectante varias veces al día con las manos limpias.

Es fundamental que evites exponer esa área de tu cuerpo al sol, al menos durante las siguientes dos semanas. Recuerda que la labor propia de un tatuaje genera maltrato y la piel se encuentra realmente sensible, hasta que sane por completo.

Incluso, se recomienda aplicarte bloqueador solar y este es un hábito que puedes mantener por el resto de tu vida, pues resulta favorable para el tatuaje y la piel en general.

También debes mantenerte alejado de piscinas, tinas de agua caliente, ríos, lagos y mar, básicamente cualquier cuerpo de agua hasta que tu tatuaje se cure por completo. Recuerda que en este tipo de ambientes es muy fácil adquirir un hongo o infección y eso es lo peor que podría pasarte en este caso.

Utiliza ropa holgada y que permita la transpiración, a fin de no presionar el tatuaje, dejar circular el aire y evitar que pueda adherirse a la piel que se está regenerando en el proceso de curación.

El proceso de curación tomará un par de semanas y es posible que sientas picazón o incluso aparezcan algunas costras. Bajo ninguna circunstancia te rasques o podrías arruinar el trabajo realizado, si es mucha la necesidad puedes optar por palmear la zona para aliviar el escozor, pero siempre con las manos limpias y evitando ocasionar un daño.

Es normal que apenas se realice un tatuaje la piel se inflame, enrojezca y se hinche un poco, pero estos son síntomas que tienden a desaparecer en los primeros días.

Si después de la primera semana la piel aún luce enrojecida e inflamada y sospechas que algo no anda bien con tu tatuaje, te recomendamos acudir a un dermatólogo para que pueda examinarte y brindarte las indicaciones necesarias para solucionar la situación.

Son solo dos semanas de tu vida y, si tienes la constancia que ameritan sus cuidados, disfrutarás de un buen tatuaje por el resto del tiempo.